Aceite de oliva italiano: Lo que debimos saber desde hace tiempo
Cuando eres del sur de España, y transitas en coche las interminables hectáreas plantadas de olivos, pueda que te suene extraño saber que Italia es el primer exportador de zumo de aceitunas en el mundo, o que en esa región se elabora el mejor aceite.
Detengámonos un momento; entenderemos mejor lo que sucede si viajamos a cualquier supermercado de otro país (digamos Estados Unidos o Inglaterra) y entrevistamos a algunos de sus clientes.
Podríamos hacer preguntas del tipo: “Para ti ¿Donde se produce el mejor aceite de oliva del mundo?”. Desafortunadamente la mayoría coincidirá en la opinión de que “el mejor aceite de oliva es el italiano”.
Y esta es una idea muy popular alrededor del mundo sobre todo porque, si los italianos destacan en algo, ha sido en mercadear exitosamente sus productos, a veces amparándose en la grandeza perdida de su historia y su legado cultural.
No por nada la comida de Italia, la belleza de sus lugares, sus coches, y su cultura son elementos conocidos. La promoción del aceite de oliva italiano se maneja bajo esta misma premisa, basándose en su prestigio.
Otro factor que ha hecho posible este reconocimiento son los concursos de cata, en los cuales los aceites que ocupan los primeros puestos suelen ser de origen italiano, siendo varias las marcas que han tenido el galardón del “Mejor aceite”.
Existen muchas sombras sobre la producción de aceites en esta parte del mundo; no obstante no nos proponemos enturbiar la reputación de quienes realmente producen aceite italiano, ya que gracias a su esfuerzo han ganado el estatus actual.
Por eso damos a conocer estos aspectos, obtenidos de investigaciones que tienen como fin poner ciertos aceites en el lugar que les corresponde, y dar crédito a quienes realmente lo merecen.
Italia como país productor de zumo de aceitunas
Italia es el segundo país productor de aceites de oliva a nivel mundial, siendo España el que encabeza la lista. Por otra parte, Italia sigue siendo el primer país exportador de aceites embotellados.
En el caso de las provincias olivareras, las que tienen mayor importancia son Calabria y Apulia que concentran el 70% de la producción total de la nación; en segundo lugar se encuentra Sicilia con un 8%, mientras que la Toscana ocupa el tercer lugar con el 4%.
Las variedades de aceitunas que se producen en esta región son la Ogliarola Barese, Carolea y Coratina, y en menor proporción la Frantoio, Rosciola, Leccino y otras. Posiblemente las aceitunas italianas que suenan más conocidas en España son la Frantoio y Leccino (Lechín).
La cantidad exacta de aceite italiano que se exporta es materia de debate, pero según el último informe la cifra se aproxima a las 464 mil toneladas, donde dos tercios del producto corresponden a aceite de oliva virgen extra.
Los olivos italianos cubren aproximadamente un millón de hectáreas en cultivos primarios, mientras que en regiones más pequeñas se pueden encontrar olivos en cultivos secundarios; esto significa que están acompañados de otras especies arbóreas como almendros y vides.
Se estima que las plantaciones en la zona norte son cada vez mayores, sobre todo en regiones con microclimas más templados, como el caso de Liguria y las localidades montañosas del lago de Garda.
Existen 170 millones de pies de olivo productivos y alrededor de un millón de granjas olivícolas. Esto evidencia la gran fragmentación de la tierra dedicada al olivo en Italia.
Revelando el fraude de los “aceites italianos”
Según lo que hemos visto hasta ahora, Italia lo tiene todo para elaborar buenos aceites; excelentes variedades de aceitunas, óptimas condiciones de terreno y clima, prestigio, etc.
Lamentablemente han salido a la luz ciertos datos que han ensombrecido la reputación del aceite de oliva italiano, salpicando incluso a quienes producen aceites de calidad.
Un medio estadounidense fue el que se atrevió a hablar al respecto: el New York Times, mostrando datos sorprendentes que involucran incluso a fabricantes de aceite de oliva españoles, sobre todo para efectos de adulteración.
El fraude del aceite de oliva italiano virgen abarca dos aspectos conocidos como el origen y la adulteración. En cuanto al origen, muchos aceites no son producidos en Italia, sino que provienen de España (en su mayoría), Marruecos y Túnez.
Es entonces cuando los aceites son transportados hacia Italia, envasados y etiquetados como si se tratase de un producto local; a continuación se exportan hacia numerosos países, y es de esta manera que Italia logra ubicarse como el principal exportador de aceites de oliva.
Si lo del origen puede sonar deshonesto, lo de la adulteración del aceite de oliva es aún peor, ya que muchos consumidores se acercan a los anaqueles y toman un producto que no es lo que ellos pensaban, o cuyo contenido dista mucho de lo declarado en la etiqueta.
Adulteración del aceite de oliva
Para obtener aceites adulterados, los fabricantes importan aceite de soja que mezclan con aceite de oliva virgen extra que aporta color y sabor al producto final, aunque no necesariamente se obtiene un aceite de calidad óptima.
Luego se le adicionan pigmentos como clorofilas y beta-carotenos para conseguir aceites con matices de color y sabor similares a los de un aceite virgen convencional.
Esto no es algo que ocurre con todo el aceite de oliva italiano, ni todos los fabricantes incurren en estas prácticas. Las autoridades locales son bastante severas a la hora de examinar e identificar los aceites producidos en la región.
Son realmente alarmantes los datos sobre aceites adulterados, y cerca del 70% de los aceites que se venden en los supermercados han pasado por estos procesos de “adecuación”.
Este tipo de problemáticas no tiene un día ni dos, y por ende la solución del problema no es fácil de vislumbrar. En todo caso, los consumidores deben tomar medidas preventivas y tener cuidado con los aceites que compran.
También se hace indispensable concientizar a las personas sobre la importancia de los aceites vírgenes, sus calidades, variedades de aceitunas, y los procesos a los que pueden ser sometidos de acuerdo a su categoría, evitando de esta manera la compra de aceites fraudulentos.
Lo que sí es seguro, es que se requiere de una solución inmediata para cortar de raíz todo este mal relacionado con la falsificación de los aceites de oliva, aunque los efectos de estas medidas solo sean visibles en un mediano o largo plazo.
¿Vale la pena comprar aceite de oliva italiano?
Un verdadero aceite de oliva italiano (sin adulteraciones ni falsificaciones de origen), no tiene nada que envidiar a los aceites españoles, que quedan muy bien para aderezar las comidas, sea una rodaja de pan o los estofados de la abuela.
La compra a granel de aceites españoles por parte de Italia no es del todo perjudicial para la industria de este país, pero no es un secreto que los márgenes de ganancia obtenidos de esta forma son menores a los que se podrían obtener de la venta de aceite embotellado.
Y es que Italia además de ser un competidor, se ha convertido en un mercado imprescindible para España pues absorbe los excedentes de aceite que este país produce.
Por ello, en el momento que desees consumir zumo de aceitunas italiano, investiga bien todo lo referente a este producto, y si no estás satisfecho, puedes elegir aceites españoles de tus marcas preferidas siempre y cuando se produzcan de forma genuina.
2 Comments
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Estupendo artículo.
Interesante artículo.
Me gustaría hacer una sugerencia lingüística : se agradecería evitar el uso excesivo del pronombre «este» para referirse unas veces a España y otras a Italia, especialmente si el uso indistinto se hace dentro del mismo párrafo e, incluso, dentro de la misma frase.