Caducidad del aceite de oliva: Descifrando la fecha de consumo preferente

Son pocos los alimentos que no se ven afectados por el paso del tiempo o que no sean perecederos, por ejemplo las bebidas alcohólicas y el aceite de oliva. A diferencia de estos productos, la mayoría de los alimentos sufre los efectos de la degradación natural y por ello la fecha de caducidad del aceite de oliva debe estar impresa.

Posiblemente seas de aquellos que no espera que llegue la fecha de consumo preferente del aceite de oliva, pues consigues asimilar todo el contenido del envase. Pero cuando el consumo del oro líquido no es habitual, este tiende a perder ciertas facultades y por ello decimos que «vence».

La fecha de consumo preferente del aceite de oliva, se encuentra íntimamente ligada a la adición de preservantes. Sin embargo, ni el aceite de oliva virgen ni el virgen extra tienen algún tipo de conservantes, en aras de destacar el carácter ecológico de este tipo de aceites.

Los fabricantes de productos alimenticios y medicamentos tienen como premisa la incorporación de conservantes, a fin de extender su vigencia. El zumo de aceitunas se considera no perecedero, lo que significa que no caduca al igual que otros productos, pero en este caso se habla de fecha de consumo preferente.

 Cada envase de aceite de oliva virgen o virgen extra debe incluir en su etiquetado la fecha de consumo preferente,  la cual indica el plazo máximo en el que el producto debe ser consumido, y así aprovechar las calidades y beneficios con las que fue envasado inicialmente.

Aunque existan personas que se arriesguen a consumir el artículo en ese estado, el fabricante, envasador o distribuidor ya han logrado informar correctamente sobre la fecha máxima de consumo.

El criterio de quienes comercializan aceite de oliva

Al ser el aceite de oliva un producto no perecedero, es lógico que los distribuidores suelan utilizar la fecha de la cosecha y de fabricación como referencia.

Esto está bien para los productores que venden su propia cosecha, pero en los casos que interviene un distribuidor que envasa aceite a granel, la concreción de una fecha de consumo preferente puede desvirtuarse.

La consecuencia inmediata de esto, es que el cliente termina por adquirir un producto de menos calidad, ignorando si el aceite posee las virtudes que dicho consumidor merece o necesita tener.

Por ello, es imperante que todos los distribuidores impriman la fecha de la cosecha junto con la  fecha de caducidad del aceite de oliva, ya que se trata de un producto cuya manipulación no debe tomarse a la ligera.

Estos controles deben implementarse con la finalidad de satisfacer a los clientes, difíciles de complacer por la diversidad de criterios, pero que al final conducen a la excelencia del aceite final.

La caducidad del aceite de oliva vista por el cliente

Lamentablemente no todos los distribuidores imprimen sobre la etiqueta la fecha de envasado o la fecha de consumo preferente para el aceite de oliva, y ocasionalmente pudiésemos comprar un aceite que no cumpla con esta normativa.

A esto se suma la agravante de que ciertos productores de zumo de aceitunas almacenan el aceite en botellas transparentes. Independientemente de que estos envases sean de vidrio o plástico, la incidencia de la luz puede fomentar la degradación del aceite de oliva, lo cual es muy notorio a simple vista.

Un consumidor promedio después de observar estas perturbaciones, examinaría la fecha de caducidad del aceite y encontraría contradicciones, ya que la mejor fecha de consumo no concuerda con la apariencia del aceite.

Para evitar este tipo de inconvenientes, los productores de aceite de oliva ecológico recurren al envasado en botellas ámbar o latas de aluminio, aunque estas últimas son materia de debate para muchos fabricantes, pues son contenedores con menor carácter ecológico.

El dilema de Hamlet… ¿Consumir o no consumir?

No es frecuente que un aceite de oliva se encuentre en mal estado, ya que se trata de un producto no perecedero.

En caso de que la fecha de caducidad del aceite de oliva se cumpla, sí que debemos asegurarnos de su buen estado. Afortunadamente nuestros sentidos nos pueden proporcionar una información valiosa sobre el estatus del aceite en cuestión.

Es posible que el sabor adulterado del zumo de aceitunas se deba a una modificación en su acidez, lo que significa que su carácter virgen o virgen extra se ha suprimido.

Sin embargo esto no implica que el aceite deba desecharse. Cuando se analiza concienzudamente la historia y el surgimiento de este producto, se puede notar que no siempre fue utilizado con fines alimenticios.

El reciclaje se encuentra vigente ahora más que nunca, y una solución factible para el aceite de oliva en estas condiciones es darle uso medicinal como ungüento de masajes. El aceite de oliva también es reconocido por sus virtudes cosméticas, empleándose como hidratante para el cabello, o para la fabricación artesanal de jabones.

Está de sobra señalar que, si la caducidad del aceite de oliva no se ha hecho efectiva, lo que puedes hacer es almacenarlo correctamente para garantizar su durabilidad, y evitar que agentes como la luz y la humedad puedan adulterarle.

La singularidad del aceite de oliva

El aceite de oliva es uno de esos pocos aceites que sigue teniendo utilidad pese a su “caducidad”. No obstante, para evitar desengaños es indispensable tomar en cuenta criterios como el envase que contiene al aceite, así como la fecha de vencimiento.

Esto hace pensar que antes de comprar este tipo de aceite, hay ser muy previsivos con el producto que se adquiere, sobre todo si la información de la etiqueta es incierta.

Para aquellas personas que no tienen urgencia por gastar el aceite de su despensa, es necesario saber que existen variedades de aceite de oliva que tienen mayor durabilidad, como la Picual, por su cantidad considerable de ácido oleico y polifenoles.

Pueda que te equivoques al comprar aceite de olivas en una oportunidad, pero que esto ocurra en dos o tres ocasiones, eso ni pensarlo.