Jabones de aceite de oliva: Historia y otros aspectos importantes
¿Sabías que el zumo de aceitunas se emplea desde hace mucho tiempo para la fabricación de jabones de aceite de oliva artesanales y/o medicinales, además de utilizarse como ingrediente en nuestras comidas?
Es innegable la supremacía que tiene el zumo de aceitunas sobre otras grasas en la elaboración de jabones, capaces de proveer un nivel de limpieza insuperable cualquiera que sea su aplicación.
Solo hace falta remontarnos a los orígenes del aceite de oliva, pues son numerosas las fuentes que hablan sobre los usos que se daba en ese entonces al “Oro del Mediterráneo”.
Inicios en la elaboración de jabones de aceite de oliva
Los primeros olivares surgieron con el nacimiento de la agricultura, aunque también se habla de la presencia de olivos domesticados en el paleolítico superior, alrededor del año 12000 a.C.
Desde esa época se descubrió que a través del prensado de olivas se podía obtener aceite. En el año 4000 a.C., se tiene evidencia de numerosos cultivos de olivos así como de la existencia de variedades arbóreas que producen frutos más grandes.
Durante este periodo y hasta el año 2000 a.C., la región que hoy llamamos Siria contaba con numerosas plantaciones de olivos, mientras que Grecia exportaba parte de su aceite a Egipto, donde se usaba como ungüento medicinal y para el aseo personal.
En el año 3000 a.C., se habla de la aparición de las primeras emulsiones jabonosas en el antiguo Egipto, preparadas a partir de aceites y sustancias terrosas, que se empleaban en medicina y lavado de la ropa.
Aunque no se hace referencia directa a los jabones de aceite de oliva, inferimos que esta época puede representar el comienzo de la fabricación de jabones.
Una breve mención sobre la saponificación
Ya en algunas regiones de Europa se estaban reuniendo voluntades para la creación de un producto que tuviese un máximo de limpieza y rendimiento. Es cuando se dan a conocer jabones en forma de pastas, lo que constituye los inicios de la saponificación.
La saponificación es la reacción química entre un ácido graso y un álcali, que hace posible la formación de jabones. Se trata de la neutralización de grasas, susceptibles de ser saponificadas por álcalis como hidróxidos de sodio o potasio, empleándose anteriormente cenizas vegetales.
El origen de la palabra “saponificación” es incierto, pero se estima que la reacción se llevó a cabo en el monte Sapo, cercano al río Tíber en Roma. Otras versiones afirman que los orígenes del jabón pertenecen a Savona, una ciudad aledaña a Génova, Italia.
El aceite de oliva, gracias a su contenido de ácidos oleico, linoleico y palmítico, puede ser saponificado por hidróxido de sodio para producir jabones sólidos, así como también por hidróxido de potasio para la obtención de jabones blandos.
Jabón de Alepo, el producto pionero
Pese a que el uso del jabón se encontraba difundido a lo largo de la cuenca del mediterráneo, los romanos y los griegos durante las primeras décadas del siglo I d.C., utilizaban aceite de oliva mezclado con arena para quitar la suciedad corporal.
Esta pasta debía retirarse de la piel a través de un raspador llamado por los romanos “Strigil”. Era un método de limpieza tan eficiente que terminaba por causar daños en la epidermis, siendo necesario recurrir a otras formas de aseo corporal.
La caída del Imperio Romano de Occidente contribuyó con el desuso del jabón en Europa. Este hecho no impediría que los árabes siguiesen investigando sobre la optimización de la fórmula del jabón.
Por ello en Alepo, Siria, se llevó a cabo la fabricación del primer agente limpiador sólido a base de aceite de oliva, mejor conocido como jabón de Alepo.
Este jabón se sigue elaborando actualmente, cuyas materias primas son aceite de oliva, hidróxido de sodio (inicialmente se empleaba cal o cenizas de ciertas plantas), agua y aceite de laurel.
Cuenta con propiedades antisépticas gracias al aceite de laurel, lo que le hace adecuado para el control de enfermedades cutáneas como acné, eccemas, psoriasis, etc. El exterior de este jabón es de color beige o marrón, mientras que su interior es verde.
Jabones de Marsella y Castilla: Precursores de los jabones modernos
El éxito que tuvo el jabón de Alepo facilitaría su propagación hacia las distintas regiones del Mediterráneo, desde su creación hasta la era de las Cruzadas durante los siglos XIII y VI d.C.
Un lugar donde cobraría significancia es en Marsella (Francia), donde se hicieron variaciones del jabón de Alepo con distintas grasas vegetales, resultando el jabón de Marsella.
Ahora bien, durante la llegada de la Edad Moderna (siglo XV), España fue el asentamiento de la fabricación del conocido jabón de Castilla, el cual era otra especie de jabón de Alepo salvo por la supresión del aceite de laurel y la incorporación de cenizas de plantas de la zona.
Estos tres elementos influirían significativamente en la elaboración de los jabones de aceite de oliva actuales, producto de todos los esfuerzos realizados por miles de años.
¿Por qué el aceite de oliva es ideal para fabricar jabones?
Sea cual sea la modalidad de aceite de oliva (virgen extra, de orujo, refinado, o usado), la saponificación es completa.
Un jabón hecho a base de aceite de oliva virgen o virgen extra, dispone de antioxidantes y nutrientes esenciales para el cuidado de la piel; mientras que los jabones elaborados con aceites usados, refinados o de orujo sólo sirven para la limpieza básica.
Los jabones de aceite de oliva no producen espuma excesiva, aunque eso no los hace menos eficientes. Por ello es necesario agregar una grasa adicional que ayude a generar mayor cantidad de espuma, ya que al público le atraen los jabones espumosos.
El aceite de oliva le brinda exclusividad a los jabones, pues se trata de una grasa más costosa que el promedio. Esto hace posible que los fabricantes de jabones se inclinen por opciones igual de eficaces y económicas, como los cebos animales y otros aceites vegetales.
No obstante, los jabones de aceite de oliva son muy apreciados por quienes buscan aprovechar sus nutrientes para el cuidado de la piel. Son jabones únicos e inigualables.
Solo resta decir que si deseas disfrutar de las bondades de los jabones de aceite de oliva, visita los lugares donde es posible encontrarles y no te prives de la experiencia de tener una piel más saludable.